martes, 13 de septiembre de 2011

DE FIESTAS DE PUEBLO Y CHOCOLATE CON CHURROS JAJAJAJAJAJAJA


Pues sí, ya han pasado las fiestas del pueblo, y aunque parece que la resaca, el cansancio, y las agujetas, sobre todos las agujetas, todavía me siguen acompañando, ¿qué queréis que os diga? PUES QUE HA MERECIDO LA PENA, aunque haya tenido que bailar otra vez el Paquito Chocolatero de las narices jajajajajajajajaja.

Y sí, disfruté los fuegos artificiales cumpliendo con una tradición que llevo sin perderme tantos años… Buffffff que vieja que soy (y qué poquito me quejo). Claro que la del vodka también la cumplí, y para eso no digo que soy vieja jajajajajajaja.

¿Lo mejor? Pues descubrir que mis amigos, sí, los de toda la vida, no han envejecido nada y siguen como siempre (aunque ellos dicen lo mismo de mí). Para qué mentirnos: ESTAMOS TODOS DIVINAMENTE.

Valeeee, y aunque hubo vodka, esta vez decidí que no me pisara la borrica, (es que me ha tocado trabajar) y puedo decir orgullosa que he pasado las fiestas muy dignamente.

Bueno, dignamente, dignamente, MENOS EL SÁBADO JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Después de una barbacoa de esas “con de todo”, ya sabéis… choricito, morcillita, pancetita, alitas de pollo, butifarras y demás viandas, acompañadas, claro está, de una macro ensalada para disimular un poco el cargo de conciencia de meterse en el cuerpo tanta grasa (tengo que hacer más deporte, que me asfixio), decidimos una amiga y yo ir a tomar algo que nos ayudara a bajar un poco esa cena. ¿Y qué es lo mejor que encontramos para la ocasión teniendo en cuenta el ambiente fiestil? PUES SÍ, UN CHOCOLATE CON CHURROS, jajajajajajajaja.

La verdad es que era la una de la madrugada y mientras los demás amigos comenzaban con el cubateo, mi amiga y yo decidimos que estábamos tan cansadas, hinchadas, y con tanta resaca de la noche anterior, que lo mejor era tomar un chocolate y retirarnos a descansar. Así que… ni nos arreglamos ¿para quéeeeee?

Pero antes de abandonar mi casa, a mi amiga se la ocurrió pedirme prestado un libro tamaño vademécum, porque le pareció que tenía buena pinta. ¿Por qué os digo esto? PORQUE EL CONDENADO LIBRO TUVO LA CULPA DE TODO.

Sin arreglar, con el pestazo a fritanga de la barbacoa, con el pedazo libro, y con el peque de mi amiga, nos bajamos al pueblo en busca de la chocolatería ambulante. Y allí estaba con dos maromos tipo herradores de la edad media, que yo creo que se quedaron prendados de nuestros encantos, y que con la idea de aprovecharse de nosotras y de nuestra inocencia, tuvieron que ponernos algo en nuestra bebida caliente o en nuestros churros crujientes. Eso, o algo aún más misterioso rondaba en el ambiente, porque os digo que no es normal lo que nos pasó... (mola más la versión de los herradores jajajajajajajajajajaja).

Terminado nuestro postre, el peque estaba que se caía de sueño, así que mi amiga se lo puso en los hombros, y me paso el testigo del tocho de libro. ERROR, GRAN ERROR.

Imaginad…, para esta ocasión me decidí por un modelo hippie de pantalones turcos, camiseta de tirantes, acompañados por unas sandalias y unas pulseras de cuero negro, y por supuesto el complemento indispensable de toda fiesta que se precie: MI CAZADORA VAQUERA, testigo de tantas otras fiestas. Pues si a eso le añadís un libro agarrado al estilo testigo de Jehová, pues os podéis imaginar el cachondeo que hubo cuando pasamos por la zona del botellón, que es que todo el mundo me miraba como si fuera un extraterretre.


NORMAL, A VER QUIÉN COÑO SE PASEA CASI A LAS DOS DE LA MAÑANA EN PLENAS FIESTAS, CUANDO TODO EL MUNDO ESTÁ DE CACHONDEO, CON UN LIBRITO. Pues normal que me miraran como un bicho raro. (Al final no me voy del pueblo, me echannnnnnn).

Y mi amiga, claro, no pudo resistirse, y encima empezó a cachondearse: que si por qué no nos pasábamos por la plaza, que si por qué no me sentaba mientras todos los demás bailaban y me ponía toda cultural a leer, que seguro que daba el golpe y aparecía en el libro de las fiestas del año que viene con un titular tipo “La gran Escritora de la luna oscura, ejemplo de cultura para los vecinos de esta Villa”, JAJAJAJAJAJAJAJA

Y ahí empezó todo. Me contagióooooo.

No podíamos parar de reír (y sigo diciendo que fue el chocolate jajajajajajajajajajaja). El pobre peque nos miraba como si nos hubiera poseído un espíritu maligno, o como si estuviéramos borrachas (mola más la versión del espíritu maligno jajajajajajajajajaja).

PERO SÍ, PARECÍA QUE ESTÁBAMOS BORRACHAS SIN ESTARLO.¿Y qué hicimos? Pues subir a casa de mi amiga, dejar al peque durmiendo y continuar con el cachondeo que llevábamos porque sí, porque no se podía desperdiciar, aunque no fuéramos de punta en blanco ni perfumadas para la ocasión.

Madre mía que noche de reírnos y eso que dejamos también al libro acostado, jajajajajajajaja.

Eso que nos íbamos a dormir, pero no, los que se fueron yendo a dormir fueron todos nuestros amigos y allí quedamos mi amiga y yo casi a las seis de la mañana bailando los temas de nuestra época, sin acordarnos de los herradores, ni de nuestras pintas, ni de nada, sólo de nosotras, y bueno de ese tío tan bueno que a lo mejor todavía está esperando a que salga su hija del baño (algún día os lo cuento, pero qué ridículo que hice jajajajajajajajaja. A ese post le titularé conversaciones de gente que está bajo los efectos de una taza de chocolate con churros. Las gilipolleces que se pueden decir y las caras que te pueden poner al escucharte).

SUSANA, NIÑA, QUÉ BIEN ME LO PASÉ, como aquellas fiestas que trasnochamos con un pedo impresionante y nos quedamos al encierro que apenas vimos porque, a parte de que somos poco taurinas, no podíamos parar de reír. ¿Te acuerdas de la pasarela pinreles? jajajajajaja.

Nota: algún día os cuento eso también...

Y sí, estos son los momentos que van quedando con el paso del tiempo y que de vez en cuando se repiten porque los amigos, a pesar de los años que pasen, no cambiamos tanto y todavía podemos pasar una noche entera riéndonos.

Una canción...


martes, 6 de septiembre de 2011

A ESTE PASO ME PROHIBIRÁN SALIR DEL PUEBLO


( Imagen de Eugenio Recuenco).

Jajajajajajajajaja, si es que es verdad que al final eso de irme a vivir a las afueras de Madrid, para según qué cosas, como que no ha sido bueno.

Pero que se tranquilicen mis convecinos, que aunque quieran deshacerse de esta forastera, todavía no lo van a logar. Y encima, tan cercanas como están las fiestas, vamos, ni de broma me pierdo yo la pólvora y bailarme unos pasodobles, o triples, en función de las copas que haya ingerido… NO, NO ME VOY. AÚN NO.

Pero bueno, como siempre, ya estoy aquí enrollándome sin explicaros qué es lo que ha pasado.

Imaginaros...

Domingo.

El día amaneció soleado, los pajaritos cantaban, y dulces buenos días iban embriagando el ambiente, junto con el aroma del café. Hasta el churrero que nos despierta todos los fines de semana gritando “ha llegado el churrero, oigaaaaa” me resultó entrañable (otros días me dan ganas de estrangularle y meterle todos los churros y porras por…, vale, me controlo).

Vamos que fue de esas mañanas que no se podía desperdiciar, de esas para hacer algo especial, y así, me decidí a ir al Rastro, y dar una vuelta por los madriles.

Una ducha, un café, selección de ropa ¿falda o pantalones? Falda. No, mejor pantalones. ¿Y por qué no falda? buffffffff, al final después de casi odiar mi armario, opté por unos pantalones (lo demás fue más fácil), y en un cuarto de hora ya estaba divina de la muerte, montadita en mi coche, con la música a tope rumbo a los madriles.

VALEEEEEE , TARDÉ ALGO MÁS DE UN CUARTO DE HORA... (Joer como sois, que es que no puedo ni mentiros, jajajajajajaja).

El caso es que llevaba mucho tiempo en que por unas cosas u otras no conducía yo por el centro. Pero bueno, eso no me intimidó, aunque es verdad que de copiloto las cosas se ven de otra manera.

Llegué a Madrid. Decidí aparcar cerca de Atocha, y no sé en qué momento me equivoqué eligiendo el carril, que me vi rumbo a sol.

No, no soy de las que se ponen nerviosas cuando se equivocan (no, no poco, el me caguen… y el joder, joder, joder, creo que no se oyó demasiado, pero por la música jajajajajajaja).

Bueno, respiré hondo y decidí girar en la primera calle a la derecha que encontrase, para luego volver a girar a la derecha en algún punto, incorporarme a la castellana y de ahí volver a Atocha (el que no sea de Madrid, me disculpa si se pierde, yo, siéndolo, me pierdo, osea que no hay problema).

Por fin encontré una calle que no estaba prohibida y allí que me metí. Y voy a decir que era una calle, por no decir chiqui calle. Madre mía que angustia, que cosa más estrecha por dios, aunque sólo fuera de un sentido, y con esos palotes metálicos a los lados para no invadir las aceras. DEFINITIVAMENTE, UNA CALLE CLAUSTROFÓBICA, vamos, que tuve que bajarme las ventanillas porque a pesar del aire acondicionado, notaba que me faltaba oxigeno.

Por fin, una calle a la derecha, y sin prohibido. Empiezo a maniobrar para dar el giro, sin romper nada, pero al comenzar a girar veo que unos metros después era prohibida. Osea que me tocó dar marcha atrás y continuar mi angustia. Bien, no había nadie detrás.

No, no había nadie... hasta que por fin consigo enderezar el coche, y comienzo a escuchar el sonido de una sirena.

DIOS LA POLICÍA, una furgoneta enorme de repente apareció detrás de mí, y claro, no sé que hice que se me caló el coche JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA (me parto). ¿Os ha pasado alguna vez? Parece que es como si no supieras ni como se arranca de nuevo, pero bueno, conseguí hacerlo y cuando iba a ponerme en marcha, me empiezan a gritar "RETIRE EL VEHICULO".

Qué susto, madre mía, como se oyó. Claro me quedé parada y pensando que no podía volver a girar a la derecha porque ellos estaban pegados a mí.

Y en esto, otra vez que me gritan "¿QUIERE RETIRAR EL VEHICULO?".

Tampoco me podía subir a la acera por los malditos pivotes, y menos mal que no lo hice, que hace menos de dos meses me cargué un coche por culpa de una avispa, y por supuesto, tampoco podía salir y colgármelo del brazo cual bolso buffffffff. Así que, al final, empecé a acelerar y ellos detrás con la sirena.

Y me vuelven a gritar "VAYA MÁS DEPRISAAAAA".

Joer se me saltaban las lágrimas. ¿Dónde ha quedado el tiempo de Starsky y Hutch, o de los hombres de Harrelson? Esos sí que eran policías majetes jolines. Que no se puede gritar así por favor, que en un momento mi mañana tranquilita la estaban convirtiendo en un infierno. Jajajajajajajaja

Bueno, el caso es que me veis por esa calle estrecha, acelerando, hasta tal punto, que llegó un momento que pensé que como se cruzara alguien, me lo llevaba por delante. No saben la suerte que tuvieron dos abuelitas que en ese momento salieron de su portal, seguro que para ir a misa.

¿Lo peor?, la sensación que empecé a tener que seguro que esas mismas abuelitas pensaron “qué habrá hecho esta muchacha para que le persiga así la policía”. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Menos mal que, de repente, el furgón de policía giro a la izquierda, desapareciendo por fin, y pude bajar la velocidad. Me temblaba todo y ganas me dieron de parar y echarme a llorar un poquito. Pero bueno, había que seguir y por fin encontré una calle en la que se podía girar cómodamente a la derecha, y al bajar por ella, ahí estaba Neptuno (nunca se imaginará la alegría que sentí al verle jajajajajajajajajaja).

Bueno, al final llegué a mi destino y para no arriesgarme más, buscando sitio para aparcar, encontré un parking y allí me metí.

Si es que ya, como si fuera de pueblo, no estoy acostumbrada a estas cosas. De verdad, os lo prometo, que antes me pegaba en la castellana hasta con los taxistas, pero ahora, me da miedoooooo jajajajajajajajajaja.

Estoy dejando de ser un animal de ciudad y eso tengo que remediarlo como sea.

Menos mal que al final la buena compañía, unas compritas por el rastro, unos calamares y unos pimientos de padrón, y por supuesto, unas cañitas en la latina, y el domingo volvió a ser un día maravilloso.

ASÍ QUE, POR AHORA, HASTA QUE PUEDA SEGUIR DISFRUTANDO DE ESTAS COSAS,AUNQUE SEA CON SUSTO INCLUIDO, (rezando para que no me llegue ninguna denuncia) QUE NO, QUE NO ME VOY TODAVÍA DE ESTE PUEBLO.

Un besazo enormeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.