OPERACIÓN BIKINI. LA CONTINUACIÓN. SOBRE VACAS Y PIZZAS JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Después del post anterior creo que todos en algo estamos de acuerdo y es que buscamos la belleza interior en las personas, pero a nadie nos amarga un dulce. Y como no nos amarga pues a nosotros también nos gusta lucir un poquito bien. Vale, sin que por ello dejamos de ser nosotros y sin dar de lado algunas cosas que nos gustan de verdad (bueno yo a la Pizza la he desterrado y la he mandado al cuarto oscuro para que haga compañía a la báscula. La verdad es que siento haberlo hecho, y aunque sé que no me perdonará, tenerla cerca es una mala influencia para alguien que se ha marcado un objetivo).

¿Qué cómo va mi operación bikini? BUFFFFFFFFF, me está costando horrores. Fijaros si me está costando que este año por carnavales he estado a punto de disfrazarme de mujer Michelin. Vamos que no necesitaba mucho disfraz jajajajajajajajjajajajaja.

Ahora, en serio, no lo llevo muy mal, teniendo en cuenta que tengo unas agujetas que apenas puedo escribir. Vamos que creo que tengo agujetas hasta en las pestañas.

Claro, una cierra su linda boquita para tratar de quitarse esos kilitos de más; solo la abre para engullir toneladas de verduras, frutas y carnes y pescados a la plancha; comienzas a perder algo de peso y es entonces cuando la palabra FLACIDEZ se convierte en una realidad palpable. Vamos, totalmente palpable, y llega el momento de que hay que ponerse de verdad manos a la obra. Porque eso de que nos cuelguen cosas que no deben de colgar (fijaros que he matizado ehhhhh) pues no sienta bien.

Definitivamente tratar de buscar la perfección es una camino muy duro… Pero no me rindo y he empezado a… (suena música de terror) IR AL GIMNASIO.

El gimnasio es como la vida misma, en él te puedes encontrar gente que está en tu situación, y gente que está por encima o por debajo. Pero a pesar de esas diferencias, el concepto de igualdad cobra importancia. Porque allí sudar, sudamos todos jajajajjajajajaja, o casi todos, que hay alguna que joer ni se despeina, pero yo trato de no mirarla mucho, mientras mis rizos se deshacen por culpa de tanto esfuerzo.

No es la primera vez que voy, y ya me conozco esa sensación de llegar el primer día y matarte para luego ponerte delante del espejo y comprobar que no, que en una sesión no se nota nada. CONSTANCIA, amigos, si queremos que se noten los resultados, tenemos que ser constantes.

Y lo más importante, no obsesionarnos.

En eso siempre me acuerdo de una amiga que tengo. La verdad es que la admiro. Es de las bajitas y algo entrada en carnes, con una coquetería que no os los podéis ni imaginar. Siempre va hecha un primor y se pone todo lo que le gusta, le pueda parecer a la gente que le sienta bien o mal. Y es que ella, la verdad, se ve estupenda. Encima es una ligona de mucho cuidado.

Ella dice que eso de hacer deporte o ir al gimnasio no está hecho para ella, y cada vez que nos ve a alguna del resto de las amigas haciendo algún régimen maravilloso, acude a una filosofía que tiene que ser la mar de antigua y nos pregunta si alguna vez hemos visto vacas (sí vacas, esas que dan leche), nosotras la respondemos que sí y entonces nos hace otra pregunta ¿Qué comen las vacas?, y claro imaginaros la cara que se nos queda. Entonces finaliza su labor instructiva diciéndonos, pues yo paso de ser una vaca y paso de comer tanto verde jajajajajajajajajajajajaja

Es la leche está chica, y lo que más me gusta es que es un claro ejemplo de seguridad en sí misma y de aquello de que “Si tú te ves bien, los demás también te ven bien”.

Cada uno en esto es libre de marcarse sus propias expectativas, sin pasarse, la delgadez extrema no está de moda pese a que todavía haya quien sí lo crea, y lo más importante es estar sano. Joder que profunda que me he puesto.

Y ahora sí, escribiendo me han entrado unos remordimientos impresionantes, he cerrado los ojos y he visto mi pizza, allí, solita en la oscuridad.

QUÉ LECHES HOY PIZZA, que para algo estoy yendo al Gimnasiooooooooo.

Un besazo para todos.




Nota. Aprovecho la ocasión para pediros disculpas si veis que tardo en entrar a visitaros. Ando escribiendo unos cuentos que están robando parte del tiempo que dedico a estar sentada aquí. Pero vamos que ya me conocéis y en cuanto saque ese tiempo os visitaré a todos.

Y SÍ, OS INVITO A PIZZAAAAAAA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.