martes, 6 de septiembre de 2011

A ESTE PASO ME PROHIBIRÁN SALIR DEL PUEBLO


( Imagen de Eugenio Recuenco).

Jajajajajajajajaja, si es que es verdad que al final eso de irme a vivir a las afueras de Madrid, para según qué cosas, como que no ha sido bueno.

Pero que se tranquilicen mis convecinos, que aunque quieran deshacerse de esta forastera, todavía no lo van a logar. Y encima, tan cercanas como están las fiestas, vamos, ni de broma me pierdo yo la pólvora y bailarme unos pasodobles, o triples, en función de las copas que haya ingerido… NO, NO ME VOY. AÚN NO.

Pero bueno, como siempre, ya estoy aquí enrollándome sin explicaros qué es lo que ha pasado.

Imaginaros...

Domingo.

El día amaneció soleado, los pajaritos cantaban, y dulces buenos días iban embriagando el ambiente, junto con el aroma del café. Hasta el churrero que nos despierta todos los fines de semana gritando “ha llegado el churrero, oigaaaaa” me resultó entrañable (otros días me dan ganas de estrangularle y meterle todos los churros y porras por…, vale, me controlo).

Vamos que fue de esas mañanas que no se podía desperdiciar, de esas para hacer algo especial, y así, me decidí a ir al Rastro, y dar una vuelta por los madriles.

Una ducha, un café, selección de ropa ¿falda o pantalones? Falda. No, mejor pantalones. ¿Y por qué no falda? buffffffff, al final después de casi odiar mi armario, opté por unos pantalones (lo demás fue más fácil), y en un cuarto de hora ya estaba divina de la muerte, montadita en mi coche, con la música a tope rumbo a los madriles.

VALEEEEEE , TARDÉ ALGO MÁS DE UN CUARTO DE HORA... (Joer como sois, que es que no puedo ni mentiros, jajajajajajaja).

El caso es que llevaba mucho tiempo en que por unas cosas u otras no conducía yo por el centro. Pero bueno, eso no me intimidó, aunque es verdad que de copiloto las cosas se ven de otra manera.

Llegué a Madrid. Decidí aparcar cerca de Atocha, y no sé en qué momento me equivoqué eligiendo el carril, que me vi rumbo a sol.

No, no soy de las que se ponen nerviosas cuando se equivocan (no, no poco, el me caguen… y el joder, joder, joder, creo que no se oyó demasiado, pero por la música jajajajajajaja).

Bueno, respiré hondo y decidí girar en la primera calle a la derecha que encontrase, para luego volver a girar a la derecha en algún punto, incorporarme a la castellana y de ahí volver a Atocha (el que no sea de Madrid, me disculpa si se pierde, yo, siéndolo, me pierdo, osea que no hay problema).

Por fin encontré una calle que no estaba prohibida y allí que me metí. Y voy a decir que era una calle, por no decir chiqui calle. Madre mía que angustia, que cosa más estrecha por dios, aunque sólo fuera de un sentido, y con esos palotes metálicos a los lados para no invadir las aceras. DEFINITIVAMENTE, UNA CALLE CLAUSTROFÓBICA, vamos, que tuve que bajarme las ventanillas porque a pesar del aire acondicionado, notaba que me faltaba oxigeno.

Por fin, una calle a la derecha, y sin prohibido. Empiezo a maniobrar para dar el giro, sin romper nada, pero al comenzar a girar veo que unos metros después era prohibida. Osea que me tocó dar marcha atrás y continuar mi angustia. Bien, no había nadie detrás.

No, no había nadie... hasta que por fin consigo enderezar el coche, y comienzo a escuchar el sonido de una sirena.

DIOS LA POLICÍA, una furgoneta enorme de repente apareció detrás de mí, y claro, no sé que hice que se me caló el coche JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA (me parto). ¿Os ha pasado alguna vez? Parece que es como si no supieras ni como se arranca de nuevo, pero bueno, conseguí hacerlo y cuando iba a ponerme en marcha, me empiezan a gritar "RETIRE EL VEHICULO".

Qué susto, madre mía, como se oyó. Claro me quedé parada y pensando que no podía volver a girar a la derecha porque ellos estaban pegados a mí.

Y en esto, otra vez que me gritan "¿QUIERE RETIRAR EL VEHICULO?".

Tampoco me podía subir a la acera por los malditos pivotes, y menos mal que no lo hice, que hace menos de dos meses me cargué un coche por culpa de una avispa, y por supuesto, tampoco podía salir y colgármelo del brazo cual bolso buffffffff. Así que, al final, empecé a acelerar y ellos detrás con la sirena.

Y me vuelven a gritar "VAYA MÁS DEPRISAAAAA".

Joer se me saltaban las lágrimas. ¿Dónde ha quedado el tiempo de Starsky y Hutch, o de los hombres de Harrelson? Esos sí que eran policías majetes jolines. Que no se puede gritar así por favor, que en un momento mi mañana tranquilita la estaban convirtiendo en un infierno. Jajajajajajajaja

Bueno, el caso es que me veis por esa calle estrecha, acelerando, hasta tal punto, que llegó un momento que pensé que como se cruzara alguien, me lo llevaba por delante. No saben la suerte que tuvieron dos abuelitas que en ese momento salieron de su portal, seguro que para ir a misa.

¿Lo peor?, la sensación que empecé a tener que seguro que esas mismas abuelitas pensaron “qué habrá hecho esta muchacha para que le persiga así la policía”. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Menos mal que, de repente, el furgón de policía giro a la izquierda, desapareciendo por fin, y pude bajar la velocidad. Me temblaba todo y ganas me dieron de parar y echarme a llorar un poquito. Pero bueno, había que seguir y por fin encontré una calle en la que se podía girar cómodamente a la derecha, y al bajar por ella, ahí estaba Neptuno (nunca se imaginará la alegría que sentí al verle jajajajajajajajajaja).

Bueno, al final llegué a mi destino y para no arriesgarme más, buscando sitio para aparcar, encontré un parking y allí me metí.

Si es que ya, como si fuera de pueblo, no estoy acostumbrada a estas cosas. De verdad, os lo prometo, que antes me pegaba en la castellana hasta con los taxistas, pero ahora, me da miedoooooo jajajajajajajajajaja.

Estoy dejando de ser un animal de ciudad y eso tengo que remediarlo como sea.

Menos mal que al final la buena compañía, unas compritas por el rastro, unos calamares y unos pimientos de padrón, y por supuesto, unas cañitas en la latina, y el domingo volvió a ser un día maravilloso.

ASÍ QUE, POR AHORA, HASTA QUE PUEDA SEGUIR DISFRUTANDO DE ESTAS COSAS,AUNQUE SEA CON SUSTO INCLUIDO, (rezando para que no me llegue ninguna denuncia) QUE NO, QUE NO ME VOY TODAVÍA DE ESTE PUEBLO.

Un besazo enormeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.

6 comentarios:

  1. me siento identificada, yo era de ciudad,de toda la vida,ahora vivo en un pueblito, muy a guato,cada vez que voy a mi ciudad en la que me crié, la que me conocia de pe a pa, ¡coño que me pierdo!
    un saludo
    marian

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  2. quien te viera, con la poli detrás tuyo y tú a toda pastilla, pensaría qeu huías de ellos.
    Menos mal que todo terminó con pimientos de padron ( unos pican, otros no) que es un buen final

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  3. Si es que al final te has convertido en una forastera de todas partes. Lo de la policia es entendible, cualquiera se hubiera puesto nervioso con el furgon detras y empujando, jeje. Un besazo.

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  4. jajajajaja me partoooooooooo, lo he leído dos veces y cada vez me rio como un crio ;-)
    Besossssss

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  5. JAJAJAJAJJAJA por Dios....me meo (perdonar por la expresión)te imagino y me parto jajajajjajaj.
    La verdad.....como en los pueblos.....no se vive en NINGÚN sitio......besotes

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  6. POR LO MENOS PARA MI QUE ME LA PASO MANEJANDO ME HIZO SENTIR EN MIS PROPIAS SITUACIONES! COMIQUISIMO! MAX

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Todo lo que digais será escuchado y tenido en cuenta. Sin vosotros esto no funcionaría.