martes, 25 de enero de 2011

SOBRE LOS COTILLAS. PRIMERA PARTE.



La verdad es que teniendo en cuenta lo poco que me gustan los cotillas, creo que elegí un mal sitio viniéndome a vivir aquí. Porque ya se sabe lo que pasa en los pueblos pequeños, y es que haberlos, haylos jajajajajajajaja. Y mi pueblo es como el QUÉ ME DICES, para que os hagáis una idea, con reporteros de excepción incluidos.

¿Yo? Yo siempre paso, incluso cuando a lo mejor, quién sabe, he podido ser blanco de sus reportajes. No sé, a mi me enseñaron muy bien mis padres y nunca me ha preocupado la vida y las intimidades de los demás, que con preocuparme de las mías y de la gente que quiero ya tengo bastante.

Y la gente de aquí me tiene que conocer ya, porque hoy mismamente he entrado a la panadería y estaban hablando un grupo de mujeres que al notar mi presencia me han mostrado todo su respeto con un silencio increíble. Joder si me han dejado pedir a mi primera y todo jajajajajajajajaja. A saber de lo que hablaban... (espero que no de mí).

Pero últimamente parece que no sólo es en mi pueblo, y que el cotilleo se expande como una enfermedad altamente contagiosa. Enciendes la tele y te ofrecen un surtido de lo más variado... Menos mal que yo sigo aislada y que sólo enciendo mi supertele de pantalla plana, capricho que me di el año pasado, para ver películas y cosas realmente interesantes.

Y que conste, que para gustos los colores y que hay gente, como una amiga mía, que dice que se lo pasa teta viendo esos programas, leyendo las revistas, y también cotilleando, para que vamos a negarlo. Mi respeto a todos los que disfruten de esta manera, porque al fin y al cabo lo importante es disfrutar que para desgracias siempre hay tiempo. Ahora que se puede disfrutar, pero sin hacer daño…

Hoy me ha dado por ahí, qué le vamos a hacer, y mientras limpiaba el polvo me he puesto a pensar en lo que significa la palabra cotilla y en por qué casi siempre se nos asocia a las mujeres. Ya lo sé, podía haberme puesto a pensar en otra cosa, pero si no, seguramente no estaría escribiendo en estos momentos, y además es que a veces haciendo las tareas de la casa entro en trance y comienzo a divagar, supongo que para no pensar en lo poco que me gusta limpiar.

Ahora… para empezar a hablar de este tema, lo primero que hay que decir es que me niego en rotundo a que este calificativo nos sea achacado únicamente a los miembros de mi sexo, porque ya se sabe lo que dicen: “Si hay algo peor que una mujer cotilla, es un hombre cotilla”.

Y acudimos señores a la definición de esta palabra, y me encuentro con lo siguiente: “Persona chismosa y parlanchina”. BUFFFF pues eso ya me lo había imaginado, la verdad, y como me gusta profundizar un poco más…, VALE, SÍ, ACUDO A MI WIKIPEDIA FAVORITA, donde me encuentro con…

LA TIA COTILLA, con historia incluida y todo. Que no es broma, de verdad.

La Tía Cotilla fue el mote por el que fue conocida María de la Trinidad, (vaya nombre santo eh). Fue un personaje del Madrid del reinado de Fernando VII de España. Se hizo tan famosa que acabó dejando su sobrenombre como sinónimo de persona (en especial mujer) murmuradora y entrometida en lo que no le importa.

En especial mujer, en especial mujer, bufffffff al final acabaré encendiéndome.

Pero sigue su historia; Resulta que se dedicaba con inusual celo al acoso y denuncia de cualquiera que le parecía de ideología liberal (era el periodo conocido como Ominosa Década, en el que los absolutistas estaban en el poder). Al final acabó justiciada, con 64 años (tiempo la dio a cotillear desde luego), en el reinado de Isabel II de España, y bajo el régimen liberal.

Nos ha jorobado si es que formo una banda sanguinaria y se iban cargando a diestro y siniestro a todo aquel que a ella le parecía que era liberal, pues normal que luego llegarán los liberales y le dieran para el pelo.

Pero bueno que esta tía cotilla era demasiado cotilla, y tampoco hay que llegar a esos extremos. Aunque hoy en día alguno si se merecería un buen tirón de orejas, o una colleja.

Después de esta anécdota histórica (no digáis que esta vez no me he documentado) lo segundo que habría que hacer es tener mucho cuidado en no confundir a una persona curiosa con una cotilla. Y luego a parte de los cotillas hay quienes los agrupan en chismosos, preguntones, correveidile, alcahuetes y cotillas silenciosos.

BUFFFFF, ¿a qué ya no parece tan sencillo hablar de los cotillas? Joer si llevo cinco minutos y mirad todo lo que he escrito. Demasiados datos, jajajajajajajajajajajajaja.

Pues nada, que para no aburriros continuaré en la siguiente entrega, que esto de los cotillas ha resultado ser una mina. Vale, también podríamos seguir hablando de sexo, pero eso lo dejamos para un poquito más adelante jajajajajajajaja.
Un besazo para todosssssssssssssssssssssss.


15 comentarios:

  1. jajaja, Ana, te has encontrado con auténtico material para semanas, jajaja. Micho I de Gato y yo somos muuuuy cotillas, nos pasamos las tardes en la ventana espiando a Sisifo, a Amparo la Esfinge del Rellano, a Diana, etc Ufff, nos encanta!!

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  2. La reoca si que dan de si las cotillas, me gusta tu indagación asi me he enterado de donde viene la palabrita. Lo que no me ha gustado, ha sido la definición, persona chismosa y parlanchina, yo hablar, hablo un rato largo de ser no paro ni debajo del agua, pero cotilla...no, para nada, curiosa a veces, puede, pero cotilla no, conque la definición tendría que tachar lo de parlanchina.

    Petonets preciosa.

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  3. el primer cotilla de la historia ( totalmente documentado) fue Adan que preguntó intrigado a Eva " Eva que haces con esa manzana?
    claro, ella que sólo quería contemplar de cerca el color rojo brillante de su fruto, pues no tuvo más remedio que salir del paso y contestó: Adan cariño cómeme la manzana "
    y la jorobamos, luego el resto ya sabemos como nos fue
    el termino cotilla lo puso un hombre, a mala idea, solo para jorobar. En ésto somos más discretos pues nos la hemos apañado para colgaros el san benito, cuando el cotilleo no tiene género.
    beso,y gracias por tu amistad

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  4. Yo soy curioso y a mucha honra, pero creo que no soy cotilla; desde luego nunca me interesan los rumores ni los programas de TV sobre esas cosas (aunque tampoco veo mucho la TV, la verdad). Sin embargo, es cierto, a mi parecer, que hay tanto hombre cotilla como mujer, quizás los estilos son algo distintos, pero creo que lo de cotilla no está ligado al sexo. Y ya, por cierto, puedes unir el tema del cotilleo al del sexo y seguro que te sale un bestseller.
    Abrazos

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  5. Tienes dos regalos en mi laberinto.
    Besitos.

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  6. gracias loquilla por hacerme reír un ratoooo, mira que soy un rato curiosa...lo de cotilla como que no!! o si? ajajajajjajaja, bueno tú ya me conoces...

    Un besazoooo, estoy algo ausente...pero no puedo dejar de venir a leerte...

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  7. Ana, sabes que me divierto mucho en tu blog, en primer lugar por lo que aquí cuentas, en segundo lugar por cómo lo cuentas y en tercero por las palabras que usas, pues para mí son casi desconocidas. Me refiero a que aquí, en Argentina, no se diría "cotilla", sino "chusma", pero la esencia está, eso es internacional y supera el nivel de las palabras, sea en el idioma que fuere, siempre hay alguien que anda con ganas de contar lo que vio lo que escuchó o lo que cree saber.
    Te dejo un beso fiel.
    Humberto.

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  8. Bueno... ya me tienes aqui, aunque debo reconocer que alguna vez miré por la mirilla aqui en tu blog, ¡vaya!...

    Un beso, yo ya te seguia,

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  9. Todo el día criticando y criticando... semanas, meses, años, la vida entera.

    Que cansinos son.

    Besos.

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  10. Lo triste es que sus vidas pasan desapercibidas y mal atendidas por estar más pendientes de la de los demás…pero bueno…así es…

    Bsazos amiga, y una vez mas, gracias por sacarme una sonrisa…tarea difícil en estos tiempos que corren ;-)

    Muackss!!

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  11. Podría decir lo de que soy curioso...pero no; voy a reconocer que soy cotilla; y te puedo asegurar que soy un hombre, jeje.
    Vamos a ver. No me desvivo ni me preocupo por lo que hacen o deshacen los demás. Pero me encanta que me lo cuenten....aquello del "cuenta, cuenta", jajajajja....
    Y es que en el fondo, creo que todos lo somos, solo que en distinto grado.
    Al menos a mí si me dicen: ¿A que no sabes lo que le ha pasado a fulanito?, no respondo: No me lo cuentes; ya que me importe mucho o poco, me quedo ya con ese gusanillo...
    Y ya mo me lío más. Con ésto quiero que te quedes más tranquila: No sois solo las tías. Y por otro lado, dejo la ventana abierta para que os metáis conmigo, jeje...
    Un beso Ana.
    Pd.- Por cierto, ¿donde vives? ( que no, que es bromaaaaa)

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  12. Nos hemos encontrado con una escritura fresca y alegre y nos has hecho pasar un buen rato.
    Cotillas creemos que lo somos todos/as y es que la vida es una novela abierta al público y los críticos hacen su informe, el problema es cuando nos equivocamos en la interpretación y sentido de los hechos con buena o mala intención.

    Besos a pares.

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  13. Gracias por tu saludito de cumple,te he dejado unso premios en mi blog:)
    Y por cierto los hombres son tan chismosos como las mujeres,y yo como vos no me interesan los programas de chismentos,ademas inspiran muy malos valores.Aca en argentina abundan.
    Saludos!,beso.

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  14. y el tema de los cotillas da mucho de sí.

    excelente

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  15. Jajajajajajajaaja vaya tela pero me gusta el tema asi que voy a por la segunda entrada ajaja
    un beso

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